A menudo los terapeutas recomendamos a las parejas en conflicto, que en lugar de discutir permanentemente, programen lo que llamamos Sesiones de Conciliación. Aquí van algunas pautas para aplicarse en esas sesiones...
Funcionan como un estímulo muy potente. Su contenido puede evocar experiencias vivenciadas, o puede ser producto de la imaginación, sin límites. Compartirlas con la pareja, potencia la intimidad y la excitación durante el encuetro.